domingo, 25 de enero de 2015

CDIPIC: “Esta película ya la vimos”

En días pasados los ciudadanos hemos presenciado varias incongruencias en la vida política del país, las cuales son el reflejo fiel de la trama que montan los socialistas cada vez que hay elecciones cerca, para preparar el terreno a la legitimación del régimen con su oficina electoral que algunos ilusos siguen llamando arbitro.
La primera de ella tuvo lugar en la muy mala imitación que realizó el señor Maduro del discurso de Obama sobre el Estado de la Unión, en la cual después de pintar un panorama nada alentador, no se le ocurrió algo mejor que la expresión “Dios proveerá”. Esto, además de ser irresponsable como anuncio presidencial; viniendo de un comunista, puede ser considerado una burla, porque no debemos olvidar que la mayoría de los comunistas son contrarios a la religión, lo cual no es nada malo ni criticable, pues todos somos libres de creer en lo que queramos; pero se debe respetar las creencias de los otros.
Otro desatino, que ya parece ser la reedición de una telenovela o de una mala película, son las actividades de protesta que han convocado los supuestos opositores. La incoherencia radica en que se llama a protestar con cacerolas y marchar con banderas muy coloridas y en algunas oportunidades con música, con discursos cargados de alegría y de frases sobre el futuro; pero el sentimiento de población no es precisamente de alegría, la ciudadanía está molesta, por no decir la palabra criolla, por cuanto se pretende canalizar esa rabia colectiva en unas supuestas manifestaciones que parecen una precampaña para la nueva legitimación del régimen. Luego se preguntan en las redes sociales por qué la poca asistencia a las marchas en algunas ciudades.
Lo cierto es que con este esquema vicioso el socialismo como sistema se mantiene, lo que asegura que estaremos cada día que pasa más sumergidos en el caos y el desastre. Por eso la dirigencia socialista se sigue divorcia más de lo que se pide y se quiere en las calles.
Por último, apartándonos del tema, quien suscribe desea dedicar unas líneas a un ciudadano que durante muchos años trabajo por la ciencia médica y la política del Estado Carabobo, me refiero al doctor Rafael Enrique Casal, al cual mi persona y el Centro de Diagnóstico para la Prevención de la Inseguridad Ciudadana (CDIPIC) le desean que descanse en paz y a sus familiares y amigos nuestras más sentidas condolencias por su fallecimiento.
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