Como preámbulo a la primera columna del 2016 quien suscribe desea un año muy próspero y de mucho crecimiento para todos. Seguidamente se debe hacer referencia a la grave crisis que se vive en todos los ámbitos de la sociedad venezolana, pues la confrontación política se agudiza y los problemas también, mientras siguen el debate intenso entre los socialistas moderados en la AN y el Poder Ejecutivo.
El problema es que mientras discuten como hacer efectivo algo que no sirve, como el socialismo o la social democracia, cada día se hace más necesario un cambio en el modelo de manejo de lo público.
Esto es lo que los liberales llamamos un gobierno limitado, que deje a los ciudadanos lo que le corresponde y que se dedique a garantizar el orden, la seguridad, buena infraestructura y justicia. Estos principios no se observa en la realidad del accionar de los actuales bandos políticos con poder y por eso es que sólo hay cambios de personas en sillas y en la calle todo se agudiza.
Una vez más quien suscribe debe repetir que con un accionar socialista moderado no se solucionan los problemas de un país que necesita prosperidad. Es urgente que la economía pase a un sistema libre en el que el mercado y los ciudadanos tengan la batuta y no una cuerda de comunistas trasnochados. Que no te tomen desprevenido.