En momentos en los que los discursos de los supuestos líderes de la izquierda radical y moderada están absolutamente divorciados de la realidad de los ciudadanos, se observa con preocupación como ya se preparan para otro circo electoral mientas las cifras de muertes violentas y los delitos se incrementan a diario.

Esto refleja claramente que para los populistas la vida, la libertad y la propiedad son palabras que utilizan de vez en cuando para justificar sus aberraciones; pero en realidad las desprecian enormemente.

Mientras los grupos delictivos se preparan y organizan los órganos de seguridad son más obsoletos y atrasados. Esto es porque se dedica la mayor parte de los recursos al populismo y no a las verdaderas acciones de Gobierno.

Por esos motivos, la frase que tanto repiten los rojos para esquivar su responsabilidad de que “la seguridad es tarea de todos”, hoy cobra más fuerza, no porque el régimen tenga razón y los responsables de la seguridad seamos los ciudadanos, sino porque debemos adquirir cultura preventiva para hacerle el trabajo más difícil a los delincuentes que parecieran actuar con apoyo del régimen.